El ayuno es una pauta dietética que consiste en la abstinencia de todo alimento sólido durante un periodo definido. Se ha practicado durante milenios, especialmente como observancia religiosa, y -de forma voluntaria- probablemente durante mucho más tiempo (millones de años) durante la evolución humana, moldeando así la flexibilidad metabólica humana .
Más allá de la pérdida de peso, algunos científicos están respaldando las dietas de ayuno, señalando los beneficios asociados para la salud . Numerosos informes científicos han demostrado los efectos beneficiosos del ayuno, la restricción calórica a corto plazo o las dietas restringidas en proteínas en modelos de ratón de ciertos tipos de cáncer , acompañados de una disminución de los efectos secundarios de la quimioterapia en los pacientes.
Uno de los principales mecanismos por los que el ayuno induce mejoras metabólicas está ciertamente mediado por la microbiota intestinal . Por ejemplo, el tratamiento con ayuno cada dos días (EODF) provocó un cambio en la composición de la microbiota intestinal, aumentando los niveles de Firmicutes y disminuyendo los de la mayoría de los otros filos y, en consecuencia, aumentando la producción de SCFA en comparación con los animales de control alimentados ad libitum.
El ayuno promueve la apoptosis en modelos de cáncer de colon e induce un efecto anti-Warburg que aumenta el consumo de oxígeno pero reduce la síntesis de ATP, lo que indica un aumento del desacoplamiento mitocondrial . Además, cuando el ayuno se combinó con terapias convencionales (por ejemplo, gemcitabina, temozolomida), la mayoría de los ratones mostraron una reducción del tamaño del tumor en comparación con los controles, lo que indica que el ayuno mejora la supervivencia de los pacientes con tumores y es seguro, factible y bien tolerado . La retirada de alimentos disminuye la abundancia de Proteobacterias potencialmente patógenas mientras que aumenta los niveles de Akkermansia muciniphila . Los pacientes con melanoma metastásico y niveles elevados de A. muciniphila responden a la terapia anti-PD1, lo que indica que la microbiota también desempeña un papel en la inmunoterapia .
Sin embargo, el ayuno en sí mismo puede empeorar el síndrome de caquexia, una condición médica que afecta aproximadamente a la mitad de los pacientes con cáncer. Dado que se ha demostrado que la administración de probióticos y prebióticos mejora la respuesta a la terapia y limita los efectos secundarios tóxicos , un estudio probó la idea de moldear la microbiota intestinal para frenar la caquexia administrando Lactobacillus reuteri en el agua de bebida a ratones con cáncer de colon predispuestos a la caquexia. La masa del músculo gastrocnemio y el peso corporal aumentaron en los ratones suplementados con L. reuteri en comparación con los no tratados, junto con una reducción del recuento de neutrófilos, un marcador de inflamación sistémica .
Como conclusión final diría que el ayuno en pacientes con cáncer debe ser algo manejado por expertos entrenados y con una consulta previa al médico tratante.
No aconsejo en absoluto hacer estas prácticas por cuenta propia.
Mauricio Londoño R MD Msc
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