COMO ALIMENTAR UN(A) PACIENTE CON CÁNCER?

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La nutrición desempeña un papel fundamental en la salud de todas las personas, y esta importancia se magnifica cuando se trata de pacientes con cáncer. Una alimentación adecuada puede ayudar a mejorar la calidad de vida, reducir los efectos secundarios del tratamiento y, en algunos casos, influir positivamente en el pronóstico. En este artículo, exploraremos pautas generales respaldadas por la investigación en oncología y microbioma, y discutiremos el papel de las grasas, las proteínas, las calorías y un patrón de alimentación plant-based en el manejo del cáncer. También abordaremos mitos comunes relacionados con el consumo de fibra y el azúcar en el contexto del cáncer.

1. Alimentación Basada en Plantas (Plant-Based)

Un patrón de alimentación plant-based se caracteriza por el consumo predominante de alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres, granos enteros y frutos secos. Numerosos estudios han demostrado que este enfoque puede reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y mejorar la salud en general. Además, una dieta basada en plantas es rica en fibra y antioxidantes, lo que puede ayudar a mantener un microbioma intestinal saludable.

2. Grasas Saturadas vs. Grasas Poliinsaturadas

Reducir la ingesta de grasas saturadas, que se encuentran en alimentos como carnes rojas y lácteos enteros, es una recomendación común para pacientes con cáncer. En su lugar, se recomienda enfocarse en grasas saludables, especialmente grasas poliinsaturadas. Estas últimas se encuentran en alimentos como pescado graso, nueces y aceites vegetales como el aceite de oliva y el aceite de linaza. Las grasas poliinsaturadas pueden tener propiedades antiinflamatorias y proteger contra ciertos tipos de cáncer.

3. Consumo de Proteína y Calorías

Es importante asegurar que los pacientes con cáncer reciban suficientes calorías y proteínas para mantener su peso corporal y músculos. La pérdida de peso no deseada es común en pacientes con cáncer y puede afectar negativamente la respuesta al tratamiento. Se recomienda una ingesta adecuada de proteínas magras, como las encontradas en el pollo, el pescado, las legumbres y los productos lácteos bajos en grasa. El asesoramiento de un profesional de la salud  especializado en oncología puede ser invaluable para abordar las necesidades dietéticas específicas de cada paciente.

4. Microbioma y Cáncer

La relación entre el microbioma intestinal y el cáncer es un área de investigación en crecimiento. Se ha descubierto que una microbiota intestinal equilibrada está relacionada con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer y una mejor respuesta al tratamiento. El consumo de alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras, puede promover un microbioma saludable. Los probióticos y prebióticos también pueden ser beneficiosos, pero se debe tener precaución al usarlos en pacientes inmunocomprometidos.

5. Mitos Comunes: Fibra y Azúcar

Mito: La fibra es perjudicial para los pacientes con cáncer.

Realidad: La fibra es esencial para la salud digestiva y puede ser especialmente beneficiosa para los pacientes con cáncer. Ayuda a mantener un tracto gastrointestinal saludable, previene el estreñimiento y respalda un microbioma intestinal equilibrado. Sin embargo, es importante que los pacientes con cáncer consulten a un profesional de la salud para determinar la cantidad adecuada de fibra en su dieta, ya que puede haber restricciones específicas según el tratamiento y el tipo de cáncer.

Mito: El azúcar es la «gasolina» del cáncer.

Realidad: Aunque es cierto que las células cancerosas pueden consumir glucosa (azúcar) como fuente de energía, no se ha demostrado que el consumo moderado de azúcar en la dieta sea una causa directa del cáncer. Limitar el consumo de azúcar refinado es una práctica saludable en general, pero no existe evidencia sólida que sugiera que el azúcar alimenta directamente el crecimiento del cáncer. En cambio, se recomienda enfocarse en una alimentación equilibrada y en la reducción de otros factores de riesgo conocidos.

Conclusión

La alimentación juega un papel fundamental en el manejo y prevención del cáncer. Adoptar un patrón de alimentación plant-based, reducir las grasas saturadas, asegurar una ingesta adecuada de proteínas y calorías, y prestar atención a la salud del microbioma intestinal son pasos importantes para apoyar la salud de los pacientes con cáncer. Es esencial desmitificar conceptos erróneos, como el papel de la fibra y el azúcar, y basar las decisiones alimentarias en evidencia científica sólida. Siempre es recomendable consultar con un profesional  especializado en oncología para adaptar las pautas nutricionales a las necesidades individuales de cada paciente.

Estas recomendaciones son generales y no reemplazan una consulta del caso individual con un profesional capacitado.

Mauricio Londoño R MD MSc

Referencias:

NIH

America institute for cancer research.